Este señor que posee un nombre difícil de escribir es una muestra de lo patético que puede llegar a ser una persona al servicio de un régimen totalmente inoperante lleno de vicios y mentiras. Esta foca loro del gobierno de Huguito (foca loro es la nueva clase parásita del país que cuando no está aplaudiendo las idioteces del “maizimo lidel”, las repite) carga una tirria con Colombia porque gracias a su ineficiencia y la de sus antecesores Venezuela es hoy un súper corredor para la droga, ya que este gobierno ampara la corrupción y en su afán de rodearse de fieles y leales, se ha convertido en guarida de lacras y maleantes; el simple hecho de mantener en el ejecutivo a un ex gobernador, el cual le compró a una empresa donde figuraba un familiar un lote de vehículos que nunca aparecieron se convierte en un aliciente descomunal.
El día 06 de noviembre se incautó en la ciudad de Caracas un cargamento considerable de marihuana, la cual venía oculta en un cargamento de confitería, y según palabras de El Aissami provenía de la ciudad de Cúcuta. Las palabras de nuestro honorable ministro nos informaban que Venezuela no producía droga, ni mucho menos la consumía, lo cual nos indica que la droga se dirigía para el exterior, y las estadísticas arrojan datos en la que la droga que se incauta es mucho menor que la que logra transitar sin problemas. El ministro mostró una información sorprendente, desde Cúcuta hasta la frontera existen tres puntos de control, si tres puntos, en una distancia relativamente corta, y el camión sorteó los tres puntos sin inconvenientes, lo que no informó es la cantidad de puntos de control existente desde la frontera hasta la ciudad de Caracas, cuya distancia me atrevería a apostar que es diez veces mayor que la de Cúcuta a la frontera con el estado Táchira, y no creo que no hayan menos de cinco puestos de control. Si el socialismo llegó a Venezuela, y es el socialismo la cura de todos los males generados por el capitalismo, como puede transitar tranquilamente semejante veneno por las vías de la nación.
Venezuela ha mantenido a unos ministros que en vez de garantizar la seguridad y la justicia, se han preocupado por la imagen del gobierno, por su supuesta lucha anti imperialista, y por sus nexos con gente de dudosa reputación; el ministro anterior llamaba a los guerrilleros colombianos camaradas, mientras las víctimas venezolanas de estos delincuentes se retorcían en sus tumbas. Hoy las calles del país se bañan en sangre mientras los que están encargados de la seguridad viven desojando margaritas con el amor de Chávez.
Es que en Venezuela no pegamos una, si nos pelan funcionarios público ineficientes o corruptos, nos agarra un delincuente sin chapa o credencial.
Audio Entrada: Tarek El Aissami Una Muestra de Inoperancia.
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