José Vicente Rangel me dejó esperando la famosa lista de los corruptos más corruptos del país, por allá, finales de los 80 y principios de los 90, por su pasado guerrillero había admirado este personaje, hasta que llegó a congraciarse con este gobierno, que dudo mucho no pase a la historia como el gobierno más corrupto, aunque esa es otra historia.
He sido testigo de los llamados que ha hecho este gris político al diálogo, como única manera de salir de la profunda crisis que vive un país partido en dos toletes, pero, aquí es donde a la rana le salen pelos, como se dialoga con un gobierno que actúa al margen de la ley, un gobierno que incita las invasiones, que viola la constitución al irrespetar la propiedad privada, que mete a la cárcel a jueces honestos, y digo honestos en el caso de la jueza Afiuni, porque hasta ahora no se ha demostrado lo contrario judicialmente hablando.
Es imposible dialogar con un gobierno que no respeta, que piensa que el único que tiene razón es él, que trata al que piensa diferente como un enemigo, y que busca por mar y tierra la forma de desprestigiarlo con un aparato comunicacional que Hitler envidiaría. Un gobierno que no construye, roba y saquea el trabajo ajeno para tapar su tremenda ineficiencia. Es imposible dialogar con un gobierno que a abandonado las autopistas y carreteras del país, pero le asfalta las vías a Bolivia, que hace padecer una terrible crisis habitacional a sus ciudadanos, y mientras tanto construye casas en Nicaragua y Cuba.
José Vicente es imposible dialogar con un gobierno que quiere imponer una esclavitud, la peor de todas, la del pensamiento. Chávez a traicionado a millones de venezolanos, ha despilfarrado la mayor renta petrolera de todos los tiempos, es hora de que pague él y los que se ha enriquecido en esta pesadilla revolucionaria.
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