Confieso que tenía ciertas ganas de ver la memoria y cuenta del presidente, imaginaba al bloque opositor realizando preguntas y al “maizimo lidel” evitando dar una respuesta coherente y desviándose por la tangente; aunque tenía mis dudas y sabía que aquello sería otro Aló más, otra jornada de cuentos que hasta los niños se los saben, que si la morrocoya, que si la abuela, que si el abuelito, que si el nietico, Fidel, Evo, Correa, Pinki y Cerebro, bueno toda esa cháchara y su cantinfleo eterno… Y la experiencia me dio la razón, otra jornada más de diarrea verbal, unos idiotas parándose y aplaudiendo para no dormirse, pero la nota discordante, la A N dejó dejó de ser roja rojita en su totalidad y eso le dolió.
Cuando ya tenía sueño oí la voz de Borges y pensé: se formó la san pablera, pero Huguito le dijo que podía hablar y no lo dejó, que vaina, que dolor que pena, me informó que Fidel le mandó cemento pero no me habló de la situación de las cementeras, no me dijo por que coño la cabilla me cuesta 45 de los débiles y estoy flaquito de tanto caminar para conseguirla, no mencionó la situación de las empresas del aluminio, y se olvidó que lanzó a la calle a mas de mil empleados de Ministerio de Finanzas, y que dentro de poco se quedan mas de doce mil que pertenecen a las Juntas Parroquiales.
Para Cilia siete horas y media no fueron suficientes, no le quedaron las manos ardiendo ni quedó ronca de tanto gritarle vítores a su amado líder, doce años repitiendo como loro lo que le dictan no la han llenado, claro la mentira no llena.
Existe un camino mejor, y se está comenzando a vislumbrar para el beneficio de todos, no de un sector o de un partido, al menos eso creo.
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