01 diciembre 2014

La culpa, los culpables y las víctimas




Este fin de semana viaje con mi familia a Caracas a visitar a parte de la familia que se residencia allá, para la más pequeña fue su primer encuentro con la mayoría de ellos, para mi siempre es especial visitar la ciudad más hermosa de Venezuela, con sus congestionadas vías, el metro y variantes, que la hacen única, sencilla y complicada a la vez, una verdadera joya que adorna a mi hermoso país.
Siempre recuerdo a mi amigo Alfonso cuando me decía que viajaría muy pronto en el tren que comunicaría Valencia y Caracas en menos de una hora, todo gracias a la honorable gestión de la revolución, y que solo ella sería capaz de hacer tan grande proeza, algo que aun sigo esperando al igual que miles de venezolanos.
Desde hace mucho se había estado anunciando lo que está pasando en materia económica, el gasto público se multiplicó de manera peligrosa para un país que no ha superado su dependencia de los precios del petróleo, y lo peor es que la gente que se hace llamar revolucionaria no ha acatado el llamado que se le realizó para la refundación de la patria, y los vicios de la IV hicieron acto de presencia con una voracidad muy acentuada.
Desde un principio se quiso convertir en un cuartel a Venezuela, y esto a mi juicio fomentó la corrupción, porque todo aquel que denunciaba era considerado traidor, y se expulsaba y los problemas nunca se mantienen allí, eliminando lentamente el sueño del cambio, haciendo añorar los gobiernos corruptos de la IV, que por lo menos no eran tan lambucios.

0 Opiniones:

Publicar un comentario