Huguito en su locura decretó una devaluación que afecta “gravemente” a la población, según el vulgo los precios van a ser el doble después que se implemente el nuevo cambio, y la gente a corrido a las tiendas a llenarse de artefactos, ropa, calzados, previniendo algunos, otros comprando para revender al doble del precio adquirido, generando una gran consternación, y una especie de locura colectiva, donde ya se verán los analistas chavistas, diciendo que el logro de Huguito ha sido ese, generar mayor dinero para las compras y el supuesto bienestar colectivo.
El pensamiento de locura que invade a nuestro pueblo se basa en el cálculo realizado en función de un dólar que pasa de dos quince a cuatro treinta; hasta aquí todo lo que está ocurriendo tendría una justificación lógica. Ahora bien pongamos por ejemplo los celulares; estos aparatos llegaron a alcanzar precios millonarios (en bolívares viejos) con el pretexto de que su adquisición se había hecho con el dólar innombrable, es decir la diferencia cambiaria era enorme, y por eso era común encontrar aparatos que superaran los seis palos.
Si la política de Huguito es combatir el innombrable, es fácil pronosticar que los precios irán a la baja, siempre y cuando la oferta de verdes se haga de manera oportuna, cosa que no pongo en duda porque este es un año electoral, y al “maisimo lidel” le dará un soponcio si llega a perder el control de la Asamblea Nacional, pero el miedo es el peor enemigo de otrora invencible, la cháchara ya no convence y tras diez años de ineficiencia y corrupción, ya no se le puede seguir endosando el origen de los males a la IV, el pacto de punto fijo, a la derecha; hoy Huguito se ha convertido en el papá de los males venezolanos.
Sin embargo, sobre Huguito existe un ser cuya responsabilidad es exclusiva, el cual está lleno de vicios, el cual aspira entrar en un puesto gubernamental para llenarse los bolsillos, si es empresario busca la forma de aliarse con cualquier sabandija que le produzca ganancias fáciles, que evade impuestos; si es sindicalista comienza buscando mejoras y luego se sienta a beber caña con el patrono; si es funcionario policial o judicial se ética o es etílica o matraquera, son gente que le gusta las cosas fáciles, que corrompen lo que tocan, pero que aspiran que sus hijos sean mejores que ellos. Estas lacras minimizan cualquier acción y están enquistadas tanto en el sector público, como en el privado, son avaros y la trampa es su estilo de vida. Por ellos me gustaría tener a Huguito hasta el dos mil siempre, pero pienso en esos muchachos que vienen, que se van formando en un ambiente hostil y vacío, y me doy cuenta que hoy se necesita una persona que logre unir a la población, que de el ejemplo y que castigue la corrupción, que hable menos y que haga más.
Somos un país donde la “filosofía del vivo” es una constante, pero mi experiencia me dice que aun sobrevivimos personas que creen en la honestidad, y se muy bien que pronto saldremos de este gobierno por la misma vía en que vino.
Audio Entrada: Somos Lo Que Tenemos, Simplemente Porque Lo Merecemos.
type="application/x-shockwave-flash">
0 Opiniones:
Publicar un comentario