Estemal tiene todo lo que cualquier gobernante desea, un tribunal de justicia a sus pies, una asamblea sumisa, un contralor que inhabilita a los presidenciables, una defensora del pueblo que solo lo defiende a él, una fiscal que no investiga sus desatinos, y un pueblo que aun permanece dormido. Sin embargo hasta hoy y después de una década aún no ha encontrado el camino a la prosperidad que tanto necesita Venezuela, todo lo contrario, el aparato industrial que tanto tiempo llevó levantar en el país hoy está en ruinas y en vías de extinción, la inversión extranjera es cada vez más baja, y la inversión interna se centra en el área comercial, dejando a un lado al sector manufacturero o de transformación de materia prima que se ve atada de mano a la hora de competir con productos importados con dólar preferencial.
Es doloroso ver que un país cuyas riquezas manan por doquier tenga un administrador tan inepto, los precios de nuestra principal riqueza, es decir el petróleo alcanzaron niveles nunca antes visto, con los cuales se pudo interconectar a Venezuela con una extensa red ferroviaria, se pudieron construir mas de cinco mil escuelas que tanto se necesitan, amén de hospitales, soluciones habitacionales, nuevas y mejores vias.
¿Ahora en que ha invertido el dinero El Guasón y su corte malandra? En exportar una revolución que se quedó en los sesenta, que vive como sanguijuela sobre el lomo de sus ciudadanos, que ha alimentado a más tiburones que los propios naufragios y que le permite bienestar y comodidad a la clase gobernante, mientras la inmensa mayoría vive en la miseria.
Nunca pensé que a Chávez le quedara tan grande el puesto de presidente, y toda sus fracasos son de se exclusiva responsabilidad; pobre hombre fracasado.
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