¡La linda Navidad! Hoy miraba “Aló ciudadano” desde mi modesta tele y contemplaba con mucha admiración a mi amor platónico Sheina Chang realizando la ya acostumbrada encuesta y que en este caso preguntaba: ¿Usted Percibe el espíritu de navidad en la población?
Obviamente y para mi, que ya no asombra esa clase de preguntas, ya estoy acostumbrado a este tipo de cabizbaja y resignada respuesta que predominan en ese espacio televisivo ícono de la opinión venezolana: 100% de los encuestados dijeron que no.
Increíble pero cierto, de tanto mirar al Santa Claus del sitio donde suelo trabajar, el regocijo de la gente cada vez que se reinaugura una tienda con motivos navideños en muchos de los centros comerciales a los que suelo ir, el desespero y los gritos de la gente común y silvestre en las calles y avenidas de las principales ciudades del país adquiriendo bienes, productos y servicios, pienso en lo alejado que, ese programa de televisión así como la televisora entera, están de la realidad de las calles venezolanas.
Los malls venezolanos, los teatros, las plazas y bulevares de todas las poblaciones venezolanas están repletos de personas que hacen de sus navidad una fiesta cada años deseada, querida, vivida y amada. Una época para exaltar lo más hermoso de nuestros corazones y a buen ritmo de aguinaldos, gaitas, verdes claritas etc. Celebrar los dos mejores últimos meses del año. Una época hermosa que nos impregna de alegría, amor, paz y felicidad. La familia, nuestros hijos adorados, el hogar, el pesebre y el arbolito, el amigo secreto y el niño Jesús para regocijo de los mas chiquitos de la casa, en fin una época que marca nuestros días año tras año.
Pero que venga un programa de televisión y nos diga bajo licencia de uso de nuestro espectro radioeléctrico que nuestras navidades están tristes solo porque no congenian con el gobierno de turno es un acto de triste bajeza y de suciedad mental.
Lo más triste es que existe gente que no sale de sus hogares a ver los encendidos de los arbolitos ni nada, la llegada de “Santa” a los malls y a las plazas, los bazares que, hasta escuálidos mas recios como mi compañero de blog Plastita’s han visto, simplemente existe gente que desayuna con esa mentira, almuerza con esa mentira y duerme con esa mentira, convirtiendo su navidad en lo que Globovisión les diga que sea.
Vaya mi llamado psiquiátrico aquellos que condicionan su felicidad decembrina al mandatario de turno. Tal vez unas buenas sesiones de psicoanálisis no les caería mal, unido a un buen coctel de valeriana ya que nuestro Máximo Líder seguirá y estará acompañándonos y defendiendo nuestros sagrados intereses por muchas más navidades.
¡¡¡Patria, Socialismo y Feliz Navidad!!!
Audio Entrada: ¡Una Navidad Feliz! Si… Feliz!!! By Corky’s
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