26 febrero 2012

Del por que no soy chavista

rosines-chavez

Confieso que cuando en el año 1.992 apareció nuestro hoy enfermo presidente, sentí profunda admiración por lo que representaba, imaginé un país que caminaba recto hacia la vía del desarrollo y la igualdad, vengo de una familia cuyo padre añoraba la dictadura de Pérez Jiménez, porque la democracia acentuó la pobreza en un país extremadamente rico, siendo testigo de casos de enriquecimiento ilícito fruto de la corrupción que se generalizó en la desparecida cuarta república, añoraba un gobierno que aplicara mano dura a los ladrones y dejara trabajar en paz al que así lo deseara.

La democracia convirtió la palabra libertad en libertinaje, y es obvio en un país donde los derechos están por encima de los deberes; somos una nación  donde la ley es letra muerta. Hace poco leí sobre el intento de extorsión que realizaron un grupo de jóvenes que apenas se graduaban de bachiller al dueño de la empresa que se encargaba del acto de grado, si eso lo realiza un grupito a aspirantes a bachiller, que se puede esperar de lo que se llama gobierno.

Ahora bien, refiriéndome al título, mi compañero de blog, ahora chavista, me comentaba que en este país el único con testículos era el presidente, cosa que de pana no comparto para nada, me comentaba que si el 7 de octubre perdía el enfermito la silla, habría guerra, me recordó a la fallecida Lina Ron, por eso no me asusté; y me recordó que muy pronto habrá un tren que me permitirá ir a Caracas en 45 minutos, un tren que por cierto debería estar listo desde hace un año, me dijo que desaparecían las misiones y los grandes logros de la revolución, como el metro de Valencia, cuyo verdadero padre, hoy fallecido fue dejado a un lado en su inauguración por parte de un hombre que se creía inmortal, y hoy tiene la muerte en la cabecera.

Al presidente le está pasando factura el hecho de querer asfaltarle las vías a Bolivia, cuando las nuestras se parecen a la topografía de la luna. Hoy un carajo que durante trece años se dedicó a hablar forraje se ve sin futuro político, y unos cuantos se preparan para cobrar los abusos del peor gobierno de la era democrática. Hoy los malandros homicidas son más gobierno que el gobierno, pasean impunemente y se toman fotografías con generales, diputados y diferentes personas ligadas al chavismo.

El 7 de octubre se juega el futuro, no del país, se juega el futuro de una familia que creen que llevan sangre azul en sus venas, y muestran una vida llena de placeres tomada del dinero que le pertenece al país entero… las cartas están echadas, y se esperan las jugarretas sucias de un sector podrido hasta la médula y solo produce PUS, mientras un grueso de la población ansía un cambio radical en la política gubernamental.

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