En once años han vuelto ruinas al sistema eléctrico nacional, colocar gente roja rojita pero sin preparación ha desencadenado una terrible situación donde el que paga los platos rotos es el pueblo. Esteban en sus delirios de grandeza le pide a los empresarios que inviertan en un país donde no existen garantías de ningún tipo. Nunca en la historia se habían observado los anaqueles de los supermercados tan vacíos por tan largo periodo de tiempo; hoy la presidencia la ocupa una persona que detesta las cumbres, pero que no pela una.
La economía blindada de la que tanto habló el presidente sin nombre, está entrando a un coma inducido por tanta bestialidad, el dólar, la inflación, la escases de productos en todo el sector comercial e industrial, expropiaciones sin pago, invasiones, han generado un caos del cual difícilmente podrá salir airoso la voz que lidera la ignorancia en Venezuela, y que lamentablemente arropará a todos los venezolanos, y los que tenemos poco dinero lo sentiremos aun más.
Desde mi punto de vista el fracaso estrepitoso de nuestro presidente sin nombre se hace tomando un refrán como ejemplo: Dime con quien andas y te diré quien eres. El gobierno hoy está conformado por resentidos sociales, gente que secuestraba y mataba venezolanos por diferencias ideológicas, volaban puentes y oleoductos, apoyaban a Castro en su delirio de grandeza, y hoy como gobierno oxigenan una economía podrida como la cubana.
Han destruido el sistema eléctrico, y el servicio de agua es una porquería, la cadena de supermercados Éxito, existió, ahora es un hueco mal oliente.
Venezuela merece un cambio urgente, y el camino se comienza el 26 de septiembre.
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