El país esta desandando la vía comenzada a principios de siglo, nunca como antes se depende de las importaciones, en una eventual guerra nos bloquean los puertos y nos volvemos antropófagos, los fondos zamoranos, por confusión de los egresados de las misiones son hoy fondos zamuranos, donde abunda el monte y la desidia. Este gobierno toca y destruye; hace poco tomaron las fincas de un banquero y hoy por hoy son nidos de ratas, fincas altamente productivas saqueadas por funcionarios gubernamentales y los obreros pasando el hambre porque no les cancelan el sueldo.
Las empresa básicas son un montón de ruinas produciendo pérdidas, y el venezolano tiene que hacer magia para comprar una cabilla, amén del cemento, en los Andes venezolanos se hace una cola semanal para adquirir diez sacos solamente. Existe una marcada deficiencia en la oferta de la harina de maíz, cuyo precio puede triplicar el regulado en el mercado informal
El gobierno no pie con bola en relación al dólar, el paralelo casi dobla el controlado muy a pesar de las emisiones de deuda pública que compromete el futuro de los venezolanos. La gente ve con angustia como Esteban se la pasa como el viajero sonriente, mientras los hijos de Juan Pendejo y sus familiares son despachados al más allá, por un hampa con mejor armamento que el ejército.
La gente se pregunta cuando se le aplicará la capa asfáltica que tanto necesitan nuestras vías, verdaderas guillotinas y enemigas de cauchos y trenes delantero, y amigas de mecánicos y ventas de repuestos, repuestos que cada día se hacen más difícil de conseguir y cuyos precios andan por la nubes. Existe una gran cantidad de puentes que poco a poco se convierten en ruinas, vías sin señalización y sin alumbrado, perfectos nidos para los ladrones y piratas de carreteras.
Venezuela es hoy un país donde se castiga al ciudadano que trabaja, mientras los delincuentes andan en la vía haciendo de las suya… Tremendo gobierno… Paja, farandulismo o muerte.
El fin de semana fui testigo de algo bochornoso, asqueroso y ruin, fui con un amigo a un mercado mayorista para acompañarlo a realizar unas compras para su negocio, cuando entré a dicho mercado al instante percibí que es un territorio sin ley, las vías de acceso y las internas están cundidas de huecos, y mi amigo me comenta que la delincuencia es de alta incidencia, por lo general hay que estar muy pendiente de la mercancía adquirida, porque por arte de magia puede desaparecer de tu vehículo, a pesar de la presencia de la policía e incluso de la Guardia Nacional.
Cuando miro el valle de Caracas, lugar donde se asienta la capital de este maltratado país y la veo tan sucia y tan abandonada, me causa una profunda depresión es como ver una preciosa dama viviendo en la indigencia, con la mirada perdida, esperando a su salvador que nunca llega. La capital venezolana afronta hoy aparte de la inseguridad, falta de vías, falta de autoridad, un serio problema con la recolección de desechos sólidos, y dicho mal se riega a las principales ciudades del país, amenazando a los ciudadanos a ser sepultados por sus propio desechos.
Somos un país subdesarrollado, formado por personas que no tienen conciencia ciudadana, que confundió la libertad que pregona la democracia con el libertinaje, que carecen de sentido común y que gritan y hasta queman carros defendiendo sus derechos, pero son incapaces de cumplir sus deberes y siempre habrá alguien a quien endosarle nuestros males cotidianos. Hoy atravesamos la peor crisis eléctrica, la culpa es del niño, e incluso andan buscando una iguana, y sin darnos cuenta somos responsables directos porque le hemos dado luz verde a un gobierno inepto y acéfalo, corrupto y sin principios, totalmente inculto y carente de principios.
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